domingo, 20 de diciembre de 2009

Yo contra mi documento

en una cama vieja desnudada en polvo
me confino a la locura
en los desiertos soy escorpión
y en los manicomios un loco
en los dias grises, un basurero
y como liberarse, si las palabras son de cemento
mentirosas y dictadoras
en mi lenguaje mental hay lucha de reglas
el tigre contra la nevada
copos de heroina para ese niño cantor
hijo de la sodoma
maten a un pastor
o maten dos corderos
en la suave brisa mexicana
que desvela mis mentiras mas acertadas
poesia beatnik para principiantes
en el ocaso del dia

Redención

una luz plasma azul, fina como una rama
nada en frente mio
bailan las horas
mientras mueren sus minutos
en el abandono de la calle
y la noche negra sobre nosotros dos
en una batalla telepática
yo casi como un ciervo
enredado en un alambrado
te observo
y no se que admiro
no cruzo ni siquiera el puente
pero te observo igual
con insistencia
en la pasma de la noche
volvemos coleando por los laberintos
sin saber nada uno del otro
voy a seguir viéndote
en la pasma de la noche

domingo, 13 de diciembre de 2009

Sugar Candy

Xh: Dame un beso
H: ¿eh?
Xh: Dame un beso!
H: bueno
(se lo dá)
Xh: Te amo, ¿me das otro?
H: para… ¿quién sos?
Xh: No importa, dame un beso
H: buh…eh.. (se lo da)
(Abre los ojos como un ángel muerto hace mucho tiempo, intenta atraparlo con la lengua; él corre apenas la boca, como un juego)
¿es pintalabios?
Xh: si (él trata de sacarselo un poco con la mano derecha)
H: para ¿venís siempre acá? (sarcasmo, se ríe)
Xh: no, vine a.. eh…
( le roba un cigarrillo que él estaba sacando del atado)
H: ¿Cómo te llamas?
Xh: Xhara Bringinham… ¡Xhara Bringinham!
Dame un beso.
H: ¿con quién viniste?
Xh: emm… con unos amigos, que tocan… se llaman /(&$&FY…
H: ¿Cómo?
Xh: Sugar Candy…
¡Sugar Candy!
¡ Sugar Candy!
¡SUGAR CANDY!
¡ SUGAR CANDY!
¡ SUGAR CANDY!
¡ SUGAR CANDY!
¡ SUGAR CANDY!


Los gritos llamaron la atención de todos, pero la sorpresa de nadie; H se rió, ella sonrió levemente y se fue dando vuelta para retirarse.
Se sabe poco de Xhara… anda con una mina de nadie sabe donde y baila cómo ardiendo cada vez que algún conocido toca.
Él por un lado consiguió porro de regalo en el baño, ya que uno sabia de su cumpleaños; se fue con sus amigos a las vías a fumar las flores gratis y después no habló mas. No podía hablar. No debería haber hablado en toda la noche.

jueves, 3 de diciembre de 2009

Informe n1

Narcótico psico-inducido en el terror del amor. Un mar de niebla.
El virus que encierra el cerebro debe ser evitado a todo costo. En caso de intentar eliminarlo por completo, se proyecta una muerte inevitable.
Es así que una especie de apnea, por decir así (a falta de conocimiento medico), es un casi remedio que provee energía incalculable, divertida.
En el terror del amor, se liberan los permisos de libertad. Hay un hilo frágil que sostiene palabras para no perder comunicación humana y una que otra pequeña mentira.


Nota personal fuera de toda verdad:

Dudo seriamente de provocar un retorcimiento sentimental para arder, pero en el caso de padecer uno lo mejor es el desquicio. Un vaso de tormenta.
El placer de ver la luz como irrealidad constante, o el cuelgue sin pensamiento, espero no cedan al aburrimiento. Sin ser un hedonista, el placer como mal necesario subsiste y es siempre preciosamente irracional. Supongo que mentirte es una buena estrategia también.
Como idea final, procrear un monstruo inflamable a cada paso es el principio de un nuevo recorrido. Siempre nuevo. Muerte de censura. Imposición de respeto y otras inefables virtudes que hasta el momento no aparecieron.
Como promesa para ustedes, fieles no-seguidores, intentaré borrar el miedo, y no encontrar nada, pero no sentir mas que la batalla misma y arder como tigre poseído en la montaña.

escucho mi perro morir

Maten al perro
hagan algo
tiene que parar
algo tiene que parar
barro y un poco de lluvia
vaselina estomacal
¿dónde están tus nervios de acero?
duele como me ven

Ni la muerte incinerada
ni la eterna vida
ni vergüenza
o misericordia

Se aleja en la barrida del sol
me deja acá
mientras los mosquitos
se alimentan de mí