jueves, 6 de agosto de 2009

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Hay un refugio en un monte de carne; carne de cerebro. Hay un laberinto que se asemeja al infierno, hay millones de personas sin ojos que se chocan constantemente y dicen una sola palabra.
Esta el castillo rojo, donde creman muñecos, similes de personas. Y un lugar donde aparecen los fantasmas de tus amores y se transforman en recuerdos inventados.
Se monta a la tierra un tumor liso negro y cromado que se vierte como gelatina y no hace nada. Estan tambien los muros que no encierran nada.
Llueven tiras de pepel con frases de verdad y huelen a chicle. La musica se materializa en arena. Dios procrea con todas las mujeres y mata a sus padres, y ellas lo aman. Aman todo, a todos.
Y si una estrella arde como el infierno y pasa cerca... todo se abre como un limon y deja de funcionar. Salvo los limones.
El momento de relax esta cuando jugas a morirte. Te alejas hacia un campo, verde . Muy verde. Sin árboles. Y uno puede recostarse boca abajo, y hundirse como si fuera un colchon, hasta que te ahogas con tu saliva y con la falta de aire, y moris por una hora.
A fin de año existe la obligacion de festejar encerrandonos en cajas de metal durante treinta y cinco horas con velas dentro.
Nunca un gigante tan diabolico te haria estremecer, como el que nos enseña a sumar y a dividir solamente. Es el agua, un flujo fosforecente y amargado que nos odia, y huye con el calor, lejos de vos.
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1 comentario:

Nahue dijo...

"un lugar donde aparecen los fantasmas de tus amores y se transforman en recuerdos inventados."... Mientras escucho Backspacer. Un mix de arte, gracias...